En su origen la palabra Chocolate es la forma escrita utilizada por los españoles para representar el sonido con el que los aztecas nombraban, en su lengua náhuatl, una bebida preparada a base de cacao. Este sonido era algo aproximado a ‘xocolatl’.
El Xocolatl, o chocolate, le fue obsequiado a Hernán Cortés por el emperador Moctezuma como muestra de su amistad.

Imagen de S. Hermann & F. Richter en Pixabay
Cómo se consumía el chocolate originalmente
En una breve historia del chocolate encontramos que el xocolatl que bebía el emperador azteca era preparado diluyendo pasta de cacao en agua, al cual agregaban chile o picante y harina de maíz como espesante. De allí viene el origen de la frase que en ocasiones se utiliza para evitar malos entendidos: “me gusta el chocolate espeso y las cuentas claras”, de la cual surgió el estribillo de una famosa canción interpretada por Nat King Cole, que dice: “…toma chocolate, paga lo que debes…”.
El cronista Bernal Díaz del Castillo, quien acompañó a Cortés en sus viajes por el Nuevo Mundo, relata cómo Moctezuma tomaba diariamente grandes cantidades de esta bebida, pues era consideraba afrodisíaca.
Otra manera cómo se preparaba xocolatl era haciéndolo un poco menos espeso, endulzado con miel y lo batían con un molinillo de madera hasta producir espuma.
El chocolate rumbo a Europa
El chocolate cruzó el océano Atlántico y rápidamente conquistó los paladares de las principales cortes europeas, donde gradualmente la receta se fue enriqueciendo con especias provenientes del lejano oriente como clavo y canela. En lugar de miel era endulzado con azúcar, de la cual ya eran muy amantes los europeos.
Durante el siglo XVII, españoles y franceses rivalizaron en la forma de degustar el chocolate, a los españoles les gustaba bastante espeso, para mojar con pan a media tarde; los franceses por su parte lo preferían bien espumoso y bebido ligeramente.
El proceso industrial llevó a la solidificación del chocolate hasta obtener la barra o tableta de chocolate como la conocemos hoy día, en sus distintas formas comerciales, ya sea como chocolate para taza, chocolate en polvo o como rica golosina.
Además del nombre dado al chocolate, México también aportó uno de los ingredientes que mejor combina con el cacao, la vainilla (Vanilla planifolia).