El Día Internacional de la Paz se celebra el 21 de septiembre. Inicialmente era celebrado el tercer martes de septiembre. Más tarde en 2001, la Asamblea General de las Naciones Unidas fijó que se celebrara el 21 de septiembre, según resolución 55/282. Su fin es velar por el fortalecimiento de los ideales de paz, tanto entre todas las naciones y pueblos, como entre los miembros de cada uno de ellos.
En un sentido amplio, la paz es la ausencia de guerra. Precisamente, las Naciones Unidas surgieron al concluir la Primera Guerra Mundial, en 1918, en aquella época se le llamó Sociedad de Naciones. También se dice que la paz es el estado de equilibrio y estabilidad que caracterizan a una sociedad o una persona en un momento o período dado.
La paz es deseada tanto para uno mismo como para los demás, al punto de que se convierte en un objetivo de vida. La paz tiene también un sentido religioso, como cuando en la misa el sacerdote dice: “Daos fraternalmente el saludo de paz”. Lo que significa que la paz hermana a los hombres. También al final de la misa el cura dice: “Podéis ir en paz”.
Día Internacional de la Paz, un camino de esperanza
En el Derecho internacional, se habla del estado de paz como aquel que posibilita la resolución de conflictos de forma no violenta mediante negociaciones, tras lo cual viene el convenio o tratado de paz, que se firma entre las partes en conflicto, con lo que se pone punto final a la guerra.
El Día Internacional de la Paz busca fomentar que las sociedades modernas establezcan un consenso permanente para el mantenimiento de buenas relaciones entre los individuos, de manera de obtener beneficios para todos y dando lugar a la paz social.
El Día Internacional de la Paz enseña que las guerras nacen en la mente de las personas, por tanto, es allí donde deben levantarse los pilares de la paz, los cuales son la solidaridad intelectual y moral de la humanidad. Sólo así se alcanzará una paz que cuente con el apoyo unánime, sincero y perdurable de los pueblos.
