La Paradura del Niño es una tradición andina que se celebra en Venezuela, en los estados Mérida, Táchira y Trujillo, y con mayor relevancia en los pueblos del páramo y los Pueblos del Sur de Mérida.
La Paradura del Niño se trata de una fiesta tradicional en Venezuela que se celebra por fieles católicos, que consiste en rezar un rosario al Niño Jesús para celebrar que ya puede pararse, y es muy diversa su fiesta según el devoto que la organiza, que va desde lo más sencillo con el rezo del rosario en familia hasta las grandes fiestas con la representación viviente del nacimiento.

¿Cuándo se celebra la Paradura del Niño en Venezuela?
La Paradura del Niño se realiza desde el 1 de enero hasta el Día de la Candelaria que es el 2 de febrero. Se hace en familia o con la participación de la comunidad.
¿Cómo se hace la Paradura del Niño?
Hay paraduras rezadas y paraduras cantadas, donde el anfitrión busca a un grupo de músicos tradicionales para que entonen los versos para agasajar al Niño.
Los dueños de la casa designan a los padrinos del niño, si el Niño Jesús ha sido “robado” de su casa, hay que ir a buscarlo en procesión hasta el lugar donde se encuentra en medio de cánticos.
Una vez en su casa el Niño, se coloca en el pesebre, se reza el rosario, se ilumina con velas y se pasea por la casa para que la familia anfitriona reciba la bendición del Niño Jesús. Algunas paraduras también se hacen para pagar promesas al Niño Jesús.
Al final del rezo, los organizadores convidan a los invitados un trozo de bizcochuelo con un vasito de vino Pasita, también es costumbre en las grandes celebraciones de la paradura brindar comida a los asistentes.
El canto más popular que se canta en las paraduras es este:
“Dulce Jesús mío, mi niño adorado
Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto”.
¿Qué simboliza la Paradura del Niño Jesús?
La Paradura representa el momento en que Jesús comienza a caminar por sí mismo y acompaña a sus padres, donde ellos van: “Jesús progresaba en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y los hombres” (Lucas, capítulo 2 versículo 52).