Hoy te cuento mi viaje al mundo perdido de Canaima y Salto Angel, es para todo viajero, un destino ineludible al que tarde o temprano llegaremos a conocer. Sin duda alguna, la región más antigua del planeta tiene ese halo de misterio y belleza como pocos lugares en el mundo.
Así fué mi viaje al Mundo Perdido de Canaima
Mi aventura hacia el “Mundo Perdido” comienza en Pto Ordaz donde tomamos un vuelo directo de Conviasa hacia el Parque Nacional Canaima. Apenas nuestra aeronave cobra altura comenzamos a disfrutar de la vista de ríos y selvas de increíbles formas y colores.
En poco menos de una hora y descendiendo entre sabanas y planicies, divisamos la Laguna de Canaima, que como poderoso cristal refleja el poder de las cascadas naturales.
Y así, rápidamente en un destello, tenemos el primer asombro de nuestro viaje y la seguridad de estar en tierras místicas y sagradas.
Una vez en tierra somos recibidos amablemente por el personal del Campamento TapuyLodge.
Allí nos indican que debemos comprar un boleto de entrada al Parque Nacional Canaima. Ya con los trámites de rigor y con nuestro equipaje en mano subimos al transporte que nos llevara hasta nuestro Campamento.
Canaima y Salto Ángel en Venezuela
Antes de continuar con el relato me gustaría comentarles que para llegar a Canaima existen pocos vuelos diarios.
Es necesario reservar con tiempo tanto los vuelos como los campamentos y excursiones que deseamos realizar.
Si pueden escoger los horarios de los vuelos siempre selección el primer vuelo para llegada y el último para la salida.
Ese detalle les dará un poco más de tiempo para recorrer la Laguna de Canaima o visitar otros campamentos.
Campamento Tapuy y Venetur
Siguiendo nuestro recorrido en el transporte podemos observar varias tiendas de víveres y artesanías típicas. Además pasamos cerca de otros campamentos, entre los que se encuentra el fabuloso Campamento Venetur Canaima con la mejor vista de la Laguna.
En el campamento Tapuy somos recibidos con un exquisito coctel de bienvenida y conocemos a nuestro guía Jose que nos acompañara en todas las excursiones reservadas.
En nuestro caso habíamos comprado la excursión a Canaima y Salto Angel tradicional: un tour de 3 días y 2 noches, que incluye la visita a la Laguna de Canaima y sus saltos, para al día siguiente llegar hasta el Salto Angel.
Luego del checkin y de recorrer el hermoso campamento, nos alistamos para nuestra primera excursión.
Recorriendo la Laguna de Canaima
A escasos 100 metros del Campamento y atravesando las suaves y blancas arenas de la Laguna de Canaima nos esperaba la curiara. Aquí lo normal: es obligatorio colocarse el salvavidas y sentarse donde nos indique el guía.
Es importante llevar puesto nuestro traje de baño, sandalias, lentes, protector solar y la cámara fotográfica (protegida con una bolsa plástica y bolso impermeable).
Si llevan niños, como era mi caso, podemos agregar una toalla, algo de comida, agua y un cambio de ropa.
El recorrido comienza acercándonos al Salto El Hacha y Ucaima, también pasamos frente a la pequeña central hidroeléctrica que brinda le energía a toda la comunidad de Canaima. Podemos observar otros campamentos a los lejos: WakuLodge y Venetur Canaima.
Nuestra curiara se acerca lo suficiente a las cascadas para recibir, por primera vez en nuestro viaje, el bautizo de las aguas mágicas de Canaima, que como suave llovizna nos limpia y refresca el cuerpo y el espíritu.
Mientras esto ocurre estamos rodeados de cientos de arcoíris producto del abrazo entre el sol y el agua. A partir de este momento seremos parte del agua…si, agua, agua y más agua.
La primera parada es en el Salto el Hacha. Luego de una pequeña caminata de unos 5 minutos llegamos hasta la caída de agua donde podremos tomar un baño.
También el guía nos lleva detrás de la cortina de agua natural que forma la cascada. Aquí unos chorros muy fuertes sirven de masajes naturales.
Al salir del Hacha, nos alistamos para otra pequeña y muy interesante caminata de unos 15 minutos hasta el famoso salto El Sapo.
Aquí nuevamente como exploradores, nos adentramos entre la roca y la cascada, para recorrer una cortina de agua de unos 120 metros de largo, que como un viaje a lo desconocido, te guía con su poderoso murmullo hacia nuevas sensaciones.
Pues bien, luego de este paseo o más bien purificación, retornamos cansados y renovados hacia nuestro campamento. Allí una cena caliente nos espera con la música natural de las cascadas de Canaima.
Excursión al Salto Angel
Al día siguiente la excursión esperada por todos: El Salto Angel. Desde muy temprano nuestros guías comienzan la preparación de la travesía; unos buscan y preparan la comida y el equipaje que llevaremos, mientras que otros cargan gasolina y chequean salvavidas. Nosotros simplemente desayunamos y miramos la hermosa laguna de Canaima.
Una vez listos los preparativos nos llevan en un transporte durante unos 5 minutos hasta nuestra salida:
El puerto Ucaima. Para explicar su ubicación podemos decir que es la parte alta de la Laguna de Canaima y es el lugar desde donde el poderoso rio Carrao se desprende con furiapara convertirse en los Saltos Sapo, Golondrina y Ucaima.
Una vez tomadas las fotos de rigor, nuestros guías proceden a acomodarnos en parejas en la curiara. Nos explican que es importante mantenernos en todo el centro de la embarcación para lograr estabilidad en las curvas y sobre todo en los pequeños, pero emocionantes, rápidos que nos esperan más adelante.
Nuestro equipaje principal es envuelto en bolsas plásticas. Durante el trayecto de unas 3 o 4 horas solo debemos llevar a mano: agua, impermeable, gorra o sombrero, cámara (con una bolsa impermeable para ella) y algo de comida tipo snacks. Lo mejor es ir en sandalias, short o bermudas y camisas de secado rápido.
Dependiendo del grupo y logística que toque, el almuerzo puede ser tomado en el llamado Pozo de la Felicidad o directamente en la curiara sin detenerse.
En nuestro caso toco comer en la curiara, entre maromas para mantener el pan seco y otras más para no botar el refresco…algo difícil para quien no está acostumbrado,pero con el valor agregado y único en el mundo, de que cada degustación iba precedida de la vista imponente del Auyantepui y sus mágicas caídas de agua.
Y así, luego de recorrer el Rio Carrao y el Meru, de pronto divisamos a nuestra derecha el imponente Salto Angel (Kerepakupai Vená, en pemón): la caída de agua más alta del planeta…que como lluvia desprendida del cielo parece arropar la inmensidad de Canaima.
Impresionados y extasiados algunos toman fotos mientras que otros solo miran y sienten…con el Salto Ángel nuestra mente se vacía y sentimos esa “nada” que el hombre moderno y estresado ha perdido.
Poco a poco la tripulación, con suaves maniobras, nos deja a la orilla del rio para comenzar la caminata que nos llevara hasta la base del Salto Angel.
Durante mas o menos una hora caminamos entre hermosos bosques subiendo por suaves pendientes de rocas y raíces de árboles. Una vez llegamos al mirador podemos sentir la brisa y poder del Salto Angel.
Los más osados pueden seguir un pequeño camino hasta los pozos de aguas cristalinas que se forman donde cae la cascada. Allí se puede tomar un refrescante baño teniendo siempre cuidado ya que las piedras son muy resbalosas.
Luego de una hora en el mirador debemos bajar hasta nuestro campamento. Al llegar una rica y caliente cena nos espera.
Los guías preparan nuestras hamacas mientras una fuerte lluvia nos acompaña hasta el amanecer. Al día siguiente muy temprano nos espera nuestra curiara para el regreso; los guías nos muestran por última vez el Salto Angel ahora más imponente debido a la lluvia.
El rio, que el día anterior era un suave espejo de agua, se ha convertido ahora en una secuencia de rápidos y olas que brindan más emoción y aventura al trayecto del regreso.
Al finalizar el viaje solo se piensa en volver, conocer más de Canaima y aventurarse por otras rutas mágicas que esconde.
Nuestro agradecimiento especial a los expertos pilotos que amablemente nos explicaron la ruta, a los guías Pemones, que como protectores naturales del Parque Nacional Canaima, siempre estuvieron atentos para nuestro bienestar.
También a Damián en el Campamento TapuyLodge por su hospitalidad y a todo su personal que con una sonrisa siempre nos esperaban.
Dimitriff Duarte. (Viaje al mundo perdido de Canaima y Salto Angel)
Fotos: ivenezuela