El tequeño es un rico y dorado pasapalo o entremés de Venezuela que no puede faltar en las fiestas –ya sea una sencilla reunión en casa o una engalanada recepción–, los venezolanos siempre esperamos probar “un tequeño”, esos deditos o bites de masa de harina de trigo relleno del mejor queso blanco.
Si bien puede conseguirse el tequeño con una larga tradición en Colombia, incluso en Perú, es en nuestra latitud donde se tiene buena documentación para afirmar que este rico pasapalo tiene su origen en Venezuela, siendo la más arraigada su invención en la década de los años veinte del siglo XX, en la ciudad de Los Teques (estado Miranda) –de ahí su nombre “Tequeño”; se dice que hasta el general Juan Vicente Gómez esperaba escuchar en las celebraciones cuando se decía ¡Llegaron los Tequeños! Sin embargo zulianos y caraqueños también se atribuyen su creación.
Tradicionalmente se ofrecen preparados con masa de harina de trigo cortada en tiras que se enrollan cubriendo un trozo o dedito de queso blanco, y son fritos en aceite; pero con el tiempo y la variación de recetas los hay hojaldrados, también con masas de harina de plátano o yuca –para evitar el gluten–;y sus rellenos añaden al queso: guayaba, chocolate, mermeladas, tocineta, jamón, mariscos, plátano maduro y todo lo que se ocurra a la imaginación, además pueden ser al horno, y los veganos pueden variar con queso de almendras y espinacas.
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En la actualidad en casi toda la geografía de Venezuela se pueden conseguir este rico pasapalo. Los tequeños se sirven solos o acompañados de salsas o dips de tomate, guasacaca, picante o tártara. Incluso hay versiones gigantes llamadas “tequeñón” que se comen como desayunos o meriendas, para sustituir la arepa… Eso sí, un Tequeño es símbolo de compartir nacional.