En la madrugada del 23 de enero de 1958 en Venezuela, el dictador venezolano Marcos Pérez Jiménez se vio obligado a dimitir de su presidencia y huir del país bajo la amenaza de un golpe de estado nacional.
Este levantamiento, conocido como el 23 de enero de 1958, supuso el fin del régimen autoritario de Pérez Jiménez y a menudo se cita como el punto de partida de la era moderna de la política venezolana.
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En este artículo, repasaremos los acontecimientos que condujeron a los eventos el 23 de enero de aquel año, sus causas, importancia y consecuencias, para que los lectores puedan comprender sin extremismos este momento crucial de la historia política de Venezuela.

Qué pasó en Venezuela el 23 de enero de 1958
Los acontecimientos del 23 de enero de 1958 tuvieron una gran importancia en la historia de Venezuela, tanto dentro como fuera de sus fronteras. Al poner fin al gobierno opresor de Marcos Pérez Jiménez, los sucesos del 23 de enero permitió a Venezuela entrar en una nueva era de democracia y reforma social.
También impulsó levantamientos similares en toda América Latina y el Caribe, que condujeron al fin de muchos regímenes autoritarios de larga duración y al comienzo de una nueva ola de gobiernos progresistas y democráticos. Como tal, es sin duda uno de los hitos políticos más importantes de la historia de Venezuela
Antecedentes y causas
En el momento del golpe del 23 de enero, Venezuela se encontraba bajo el gobierno autoritario de Marcos Pérez Jiménez desde 1952. Los vientos ya habían cambiado para el régimen tanto en lo interno como internacionalmente.
Si bien durante su ejercicio, Venezuela vivió un auge en lo económico reflejado fundamentalmente en una política de Cemento y Cabilla que produjo grandes avances en la infraestructura física y vial del país y modernos urbanismos que aún hoy son emblemas del progreso de aquellos años. Pero los tiempos estaban cambiando.
En lo político y social, el régimen de Pérez Jiménez frenó la democracia e instituyó duras medidas contra la oposición, como la censura, la prisión y la tortura. Además de estas tácticas opresivas, la política de Pérez Jiménez también fue testigo de la erosión de las libertades civiles, de violaciones generalizadas de los derechos humanos y de una corrupción política y económica generalizada.
El descontento del pueblo venezolano, empresarios, universitarios, campesino, trabajadores y de la estructura militar, había ido creciendo durante años y finalmente llegó a su punto álgido gracias a una lucha dentro del ejército del país.
La Junta Patriótica y el componente militar
En junio de 1957 se creó la Junta Patriótica, organismo político clandestino venezolano, para oponerse a la dictadura del general Marcos Pérez Jiménez. En aquel tiempo los dirigentes más importantes de los partidos miembros de la junta se encontraban en el exilio o en la cárcel, como Rómulo Betancourt, Rafael Caldera o Jóvilto Villalba. AD, URD y el PCV estaban ilegalizados por el régimen. Posteriormente Copei tuvo que pasar también a la clandestinidad.
Entre los miembros más destacados de la Junta Patriótica figuraron Fabricio Ojeda de URD, Guillermo García Ponce del PCV, Silvestre Ortiz Bucarán de Acción Democrática (AD); y Enrique Aristeguieta Gramcko de Copei.
El sábado 17 de enero, el movimiento conocido como Junta Patriótica convocó una huelga general en todo el país, que galvanizó a la población y la movilizó contra el régimen del dictador. Ese mismo día, unidades militares de los cuarteles de Urdaneta y Boca de Río declararon su lealtad al movimiento Cívico-Militar, lo que provocó una revuelta nacional. Al final, Pérez Jiménez se vio obligado a dimitir y huir del país al final del día.
Importancia y efectos o consecuencias
Los acontecimientos del 23 de enero de 1958 fueron de gran importancia para el cambiante panorama político de Venezuela. No sólo marcaron el final de una era represiva y corrupta en la historia de la nación, sino que también abrieron la puerta para que el país iniciara un proceso de transición democrática y reforma social.
En los años que siguieron al 23 de enero, se estableció una nueva constitución, aprobada el 16 de enero de 1961, se celebraron elecciones presidenciales y parlamentarias y se promulgaron numerosas reformas sociales.
Los acontecimientos del 23 de enero y sus consecuencias también tuvieron un gran impacto en la posición internacional de la nación. Estados Unidos, que en aquella época tenía una política de apoyo activo a las dictaduras de América Latina, reconoció inmediatamente al nuevo gobierno civil y prometió ayuda al nuevo régimen. Los países de Europa y otros países siguieron su ejemplo, lo que potenció aún más la transición democrática del país y facilitó una recuperación económica estable.
Además, el impacto del 23 de enero se extendió más allá de las fronteras de Venezuela, y su ejemplo inspiró levantamientos similares en toda América Latina y el Caribe. En particular, los acontecimientos del 23 de enero de 1958 fueron uno de los catalizadores que condujeron a la revolución cubana de 1959, en la que Fidel Castro y el Che Guevara derrocaron al régimen de Fulgencio Batista e iniciaron una nueva era de gobierno socialista en la nación insular.
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