El Teatro Nacional es uno de los íconos de la arquitectura venezolana del siglo XX, ubicado en pleno casco central de la ciudad de Caracas, específicamente en las laderas de la Avenida Lecuna entre las esquinas de Miracielos y Cipreses, muy cerca al Teatro Municipal y el Palacio Federal Legislativo. Es una hermosa estructura en forma de herradura con fuerte lenguaje francés, que se levanta sobre una armazón de hierro.
La construcción del Teatro Nacional fue ordena en 1904 por el entonces presidente Cipriano Castro, en un perímetro de 1.310 m2 los espacios de la antigua Plaza Washington (actual Plaza Alí Primera). La obra fue llevada a cabo por el arquitecto venezolano Alejandro Chataing, y contó con la decoración del pintor Antonio Herrera Toro y del escultor catalán Miguel Ángel Cabré, quienes en menos de un año entregaron la obra.
El Teatro Nacional se inauguraró el 11 de junio de 1905 con una hermosa gala de zarzuela, y con un programación que en poco tiempo le quitaría gran protagonismo al Teatro Municipal, no sólo en zarzuela sino también en ballet y ópera.
El Teatro Nacional se distribuye en una sala principal de quince metros de diámetro, tres niveles y una capacidad de 797 butacas. Su techo está rematado con cuatro cuadros que emulan las artes escénicas y las letras: danza, música, comedia y tragedia, historia y poesía. En su fachada principal el Teatro Nacional está flanqueada por dos grande columnas que sostienen dos esculturas alusivas a la comedia y la tragedia.
El edificio del Teatro Nacional, ha sido sometido a diversas etapas de restauración y remodelación, en los años 1949, 1967, 1992 y 2005. Esta última se culminó para su reinauguración en 2010, y en la misma se eliminó el techado de entrada (originalmente en rejería y cristalería art nouveau), y se sustituyó el color crema por un color naranja en sus paredes externas, lo cual ha dejado un sinsabor a los estudios del patrimonio y la arquitectura histórica de Venezuela.
